Todo lo que leerás a continuación se refiere a todo el fútbol base a nivel nacional o internacional, es decir, va desde equipos categoría cadete de primer año hasta infantiles de último. Creo que en este caso es muy importante tener en cuenta la edad de lxs jugadorxs.
Es importante que entendáis de donde viene la necesidad de escribir sobre uno de los aspectos más importantes o relevantes en el resultado del fútbol actual, pero del fútbol profesional.
Cuando era entrenador en categoría sénior o con chicos de 17-18 años, hubo épocas que me interesé por leer bibliografía sobre los estudios, estadísticas, etc. que hablaban sobre la importancia del balón parado en el transcurso de los partidos. En ellos se expone que un % elevado de los córner se lanzan al primer palo, que ante defensa en zona, lanzarlo al segundo palo es lo más efectivo, que normalmente los jugadores con mejor juego aéreo van al balón estando entre el centro del área pequeña y el primer palo, que sacar en corto, provoca pérdida de atención en los marcajes, que para defender faltas laterales poner jugadores en zona cercana al primer palo, dificulta la ejecución correcta del lanzamiento, etc.
Muchas estadísticas, muchos número y conclusiones de fútbol que se ve en la televisión, del fútbol que todos vemos con emoción y el cual nos hace vibrar, pero que no es el que la mayoría de jugadores deporte practican.
Es ahí donde mi sentido autocrítico sale a la luz levantando mi atención sobre qué es lo que estamos haciendo con todxs aquellxs menores que juegan al fútbol y que su pasión y su momento es los 2-3 días que entrenan a la semana para mejorar y pasárselo bien con la pelota y lxs suyxs.
El tiempo que he estado sin entrenar me ha permitido ver mucho fútbol, de diferentes categorías, y niveles en los que te fijas en detalles tanto de comunicación, como de contenido de las tareas, su idoneidad para y por la edad de los ejecutantes, etc. Y puedo asegurar que mis conclusiones no son demasiado halagüeñas, ya que nos llenamos la boca de decir que tenemos a lxs mejores entrenadorxs, mejorxs jugadorxs, metodologías, etc. pero yo desde estas líneas quiero poner en la palestra, si nos estamos fijando cuánto tiempo a la semana dedicamos a trabajar el balón parado.
Si un equipo de edad benjamín entrena 3 días durante 1,30h por día, lo hace 4,30h a la semana, en la cual teóricamente, en edad formativa, se supone, deberías trabajar aspectos coordinativos, cognitivos y quizás alguno táctico.
Pues bien, como he dicho, después de observar, puedo decir como no sólo se meten todos esos conceptos, que ya son muchos para un microciclo, sino que se pierden 30, 45 minutos a la semana, mínimo en trabajar la ABP, los córners, faltas laterales, etc.
Y mi pregunta es: ¿para qué?, ¿para ganar un partido de edad benjamín? Me parece asombroso.
¿No se deberían invertir todos esos minutos en mejorar aspectos de coordinación? ¿El pase, el control, el regate, el juego de cabeza…?
Si se trabaja durante 30 minutos a la semana el ABP, al mes son mínimo 120 minutos y en una temporada de 10 meses, 1200 minutos que estamos invirtiendo en que un jugador saque el córner, otro haga un bloqueo, haya un aclarado y finalmente, alguien remate.
¡Qué bien! Un/a jugador/a golpea, otrx remata…súper interesante…y… ¿lxs demás? Con frío, lluvia, calor, ¿qué hacen? ¿miran, se aburren… ¿Les interesa?
Una batería de cuestiones que me dejan perplejo no se haga cada uno/a de los formadorxs a la hora de afrontar estas tareas. ¿No es mejor invertir esos minutos en elementos que aporten a todxs para su futuro? ¿No es mejor que aprendan a dar un pase de forma correcta para que su evolución sea constante y su confianza crezca?
He visto con mis propios ojos en un equipo de benjamines de una categoría humilde como una persona que está al cargo de la formación trabaja un viernes un córner en corto para hacer un pase atrás y tirar de fuera del área durante 35-40 minutos, estando protagonizando la gran jugada, 3 jugadores…y 8 mirando o haciendo de sparrings.
Pues bien, haciendo el seguimiento, ese fin de semana, ganando de 5 goles de ventaja, ejecutan el córner y el jugador que golpea, lo hace de manera elevada…y bien, pensando que el portero mide 1,40cm pues no llega a poder tocarla, y por supuesto marca gol…por el centro de la portería.
¿Conclusiones? Yo saco dos. La primera es que el entrenador cuando se marca el gol, se gira hacia la tribuna señalándose a él, como diciendo, este gol es por el trabajo de la ABP que hemos hecho. La segunda, ¿no es mejor enseñar al niño a golpear de fuera del área con intención de tirar hacia el lado que mejor sea por la colocación del portero?
¿Qué va a pasar con ese jugador cuando no sepa colocar la pelota en los laterales de la portería y se encuentre un portero que cuando tire el balón elevado, simplemente salte y lo desvíe? ¿Se sentirá frustrado?
Un podría lanzar una batería de preguntas al aire que cada persona debería reflexionar a la hora de coger un equipo en etapa formativa.
A todxs nos gusta más ganar que perder, no conozco a nadie que me diga que le gusta más perder que ganar, pero mi pensamiento es de largo recorrido y no de inmediato. Por ello todo es importante a la hora de enseñar: lo coordinativo, lo cognitivo, etc. Se trata de equilibrar sabiendo donde estamos.
Es importante que nuestrxs menores tengan un elenco de posibilidades a la hora de jugar, que puedan decidir y elegir las opciones idóneas en cada momento siendo partícipes y guías en sus ejecuciones y dentro de ello también está el apartado de ABP, el cual deben tener unos conocimientos de qué hacer en defensa y cómo lanzarla en posesión del balón. Lo que no me vale es la excesiva pérdida de tiempo practicando no se qué movimientos para ganar un partido de benjamines, sin invertirlo en la mejora global del jugador/a.
Cada menor es un tesoro y como tal, debemos cuidarlo y guiarles en el camino de su pasión: el balón. No podemos convertirnos en sus verdugos, haciéndoles felices a corto plazo y mediocres a medio/largo plazo.
Desde aquí hago un llamamiento a que la formación sea global, entendiendo y respetando el contexto, la continua evolución de lxs menores, del fútbol y de su comprensión.
Para ello, creo ciegamente en la capacitzación de formadorxs y en el aprendizaje continuo sin fecha de caducidad.
Ojos, oídos y mentalidad abierta.
Aportándoles el Bien Progresivamente.