Todo queda en casa

Hoy es un día especial, de esos marcados en el calendario con rotulador fosforito para que no se nos pase…hoy es el día de mi hermana ( @Estitjf ), esa persona tan especial y a la que tanto futuro personal y profesional le depara la vida. Al ser un día señalado es de recibo ser agradecido y honrar el pasado mutuo por el mundo del fútbol, el cual tuvo su miga y es digno de recordar…

Como ya he contado en varias ocasiones, mi pasión y profesión era, es y será, la de ser entrenador de fútbol, no se si ejerciendo o de qué manera, pero mi mirada y mis pensamientos siempre parten desde el ojo táctico, global, general, de un partido o entrenamiento de fútbol.

Pues bien, en una de mis épocas pasadas, tuve el gran honor de poder decir que fui una de las personas que creó la escuela de fútbol femenino del Club de Fútbol Suburense de Sitges, con el trabajo que eso comporta en una sociedad tan machista como la que hasta hoy día se vive, en la cual todavía tienes que escuchar por la calle como se dice que las chicas no pueden jugar a fútbol, como las propias madres de esas niñas decían que no estaban conformes con traerlas al fútbol porque se les iban a poner piernas de hombre… Palabras y palabras que juegan en contra de los sueños y deseos de cientos, miles de mujeres y niñas…que quieren simplemente tener un espacio, material y compañeras para pegarle a una pelota… sin pensar en más allá de eso… sin pensar en vivir de ello, en parecerse a Messi, CR7, o quien sea.

Después de hacer de todo: desde ir clase por clase de todos los colegios, publicitar por activa y pasiva la posibilidad de apuntarse a la escuela de fútbol femenino, reunirme con regidorxs (que en muchas ocasiones ni creían en el proyecto…a pesar de estar en un pueblo de carácter progresista…o eso se dice…), pedir casi de rodillas a padres y madres que no faltasen a los partidos y un largo etcétera… el proyecto fue cogiendo forma y llegó a tener hasta 5 equipos de diferentes categorías y edades, sin perder de vista cual fue el primer objetivo del mismo: dar la oportunidad de jugar a fútbol a todas las niñas y chicas sin tener que salir de Sitges.

Uno de los mayores éxitos fue el de reclutar en el equipo senior a una serie de personas fantásticas, cada una con su estilo, con su carácter y sus ideales, pero todas ellas con una pasión enfermiza por el fútbol. Siempre entrenando en el horario que no quería nadie, a horas intempestivas, recibiendo mil y un problemas por parte de las Instituciones, apagándonos las luces para echarnos del campo…Situaciones que nos hacían cada vez hacernos más y más fuertes para luchar por salir adelante.

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Una de esas personas era la niña de mis ojos, esa persona que no se si por ser el mayor de los hermanos o porque siempre la veo como la pequeña de la casa, siempre será la nena.

Ella era una persona que como yo, había vivido toda la vida en un ambiente rodeada de fútbol, de pasión por unos colores, de viajes llenos de fútbol, de retransmisiones en la TV de fútbol… pero que pocas veces se había animado a practicarlo.

Y ahí está a mi modo de ver su gran mérito: el empezar una actividad a una edad adulta, en la cual cuesta por ley de vida y de crecimiento, mucho más poder mejorar coordinativamente, entender de una manera instantánea el juego colectivo, etc.

Además, lo debía de hacer con su hermano como entrenador, situación que para cualquier familia podría parecer propicia para ello, pero que quien me conozca sabe que no es sencillo agradar a una persona tan exigente como yo en el terreno de juego.

Y así fue, semana tras semana. Ella nunca fallaba a entrenar, a veces haciéndolo mejor, a veces peor, siempre en segundo plano y siempre atenta a las correcciones, intentando dar ese pasito que le diese su oportunidad de poder disputar minutos los fines de semana.

La travesía por el desierto se hacía larga, el equipo competía por unos objetivos clasificatorios, el entrenador/hermano, no tenía demasiada piedad ni empatía en cuanto a darle determinadas oportunidades ya que los resultados le acompañaban… y él/la que esté metido en el fútbol de competición sabe que estas cosas suceden, que cuando una cosa funciona es complicado cambiarla y dar oportunidades, te llames como te llames.

El periplo conjunto tendría una duración de dos temporadas, quizá las temporadas más exitosas de un equipo Sénior femenino del Club de Fútbol Suburense de Sitges.

Durante éste tiempo mis ideales no iban a cambiar no dejando mi empeño porque todas mejorasen en todos los sentidos, sin darme cuenta en muchas ocasiones, que quizá podría haber ayudado un poco más, de forma más exclusiva, a la persona que pase lo que pase, siempre estará a mi lado…y hoy día es una de esas espinas que siempre llevaré conmigo…ya que la vida te va enseñando que las temporadas van pasando, lxs jugadorxs también, pero la familia perdura…y que muchas de aquellas personas que tan buenos momentos pensaba que estábamos pasando, hoy día ni tenemos relación. Es entonces cuando te das cuenta que quizá tendrías que haber invertido un poco más de tiempo en las personas que realmente importan.

A todo ello sólo me queda añadir que a pesar de los resultados positivos, los ascensos de categoría, los momentos deportivos y personales vividos en el mundo del fútbol femenino, me quedo con la constancia de personas como la protagonista de hoy, que sin tener ningún tipo de pasado futbolístico, llegó a tener una progresión acorde a su esfuerzo, pasión y tenacidad por demostrar que podía estar en un mundo tan difícil como el fútbol.

Por todo ello, eres una persona en la que fijarse, en la que poder estudiar para entender que no vale decir no puedo. Las personas que dicen que no se puede deben fijarse en personas como tú, que a través del trabajo y la constancia han podido ser jugadoras de fútbol y no en cualquier categoría.

A pesar de ser un homenaje en tu día, Esta historia pretende ser una arrebato de ilusión para todx aquel/la que tenga dudas sobre la persecución de sus metas. Y a pesar de que el machismo siga vigente, porque lo sigue, y en muchas ocasiones desde las propias familias de las deportistas, que tu historia sirva para que nadie pueda decir que una mujer no puede jugar a fútbol.

Zorionak eta ondo pasa zure egunetan!

Un comentario en “Todo queda en casa

  1. Muy interesante yo recién estoy capacitandome para poder abrir mi propia academia de fútbol sería interesante aprender sobre entrenamientos para mujeres por acá donde vivo (Querecotillo) no hay sería bonito innovar

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