Éste es el cuento de un niño que nace en el seno de una familia humilde y trabajadora, en una villa turística, de la que dicen, todo es folclore y cultura y poco o nada es deporte.
Nuestro protagonista Aleix Gorjón (@aleixg_3) crece siempre persiguiendo, como muchos otros niñxs, una pelota allá por donde va, convirtiendo ese juego en una carrera de fondo en un sueño.
Esta historia no se puede entender, sin conocer su entorno, a su padre, quien junto a él ha recorrido miles de kilómetros acompañando a todos los lugares que el pequeño visitaba para jugar al fútbol. A su madre, quien desde el silencio ha sido el equilibrio y el sustento en muchos de los buenos momentos, pero sobre todo en los malos momentos a nivel deportivo y también en el terreno personal y a su hermano, quien ha sido el amigo mayor que ha empujado cuando el protagonista ha tenido alguna duda.
Como apuntaba anteriormente, han sido muchos los kilómetros recorridos pasando por infinidad de equipos y clubes, de diversos pensamientos, valores y creencias deportivas, teniendo mil y un compañeros, mil y una anécdotas que le han hecho ser cada vez más maduro, más consciente de lo conseguido, y más capaz de pensar en el futuro que le puede deparar desde el equilibrio mental y físico que se necesita para dedicarse a la profesión de futbolista.
En ese camino, no todo ha sido de color de rosas, ha habido momentos de duda, de tensión, de tener ganas de tirar la toalla, de desconfianza hacia entrenadores, compañeros, coordinadores, entorno, etc. Pero también ha habido otra mucha gente que desde la sombra, hemos estado siempre que se ha requerido para dar ese apoyo mental, deportivo, consejo, opinión, buscando siempre el bien de la persona que está detrás del futbolista e intentando buscar el buen camino a tomar por ese pequeño gran jugador.
Hasta el punto de cruzarnos por el camino en un partido de hace unos años, hacia final de temporada, donde el mundo del fútbol nos puso en contra, teniendo una experiencia sin precedentes ya que Aleix venía de no tener la confianza del míster durante toda la etapa previa de la temporada, pero debido a las numerosas bajas en defensa del equipo, en ese partido iba a tener su oportunidad, partiendo de inicio, siendo el mejor del partido, secando a mis delanteros y ganándose un puesto que, hasta el día de hoy, no ha perdido, llevándole a consagrarse y ser un puntal en el juvenil de División de Honor del Espanyol e incluso, debutando en el filial periquito, suponiendo realmente el poder tocar con la yema de los dedos la profesionalidad, ya que todo ello, le ha generado una renovación por parte del club demostrando una confianza en él para poder crecer en el club.
Para ello, no debe cejar en su humildad y trabajo que siempre le ha caracterizado, ya que es el camino del éxito.
Esta última anécdota demuestra que en el mundo del deporte, y en el fútbol en particular, hay que estar siempre preparado para tu oportunidad, y que para ello se necesita mucho sacrificio y concentración en tu trabajo.
No me quiero olvidar de apuntar que Aleix es una persona que a lo largo de este camino vital, ha tenido que superar momentos duros de verdad en forma de golpes personales que seguro los mira ahora con mentalidad positiva y que le servirán para sobreponerse a las piedras que pueda encontrar en el camino, que no serán nada en comparación.
Él es, comparándolo, con quien para mí, es uno de los mejores centrales del fútbol estatal, Yeray Álvarez (@yerayalvarez), teniendo similitudes en su despliegue físico, versatilidad, pero sobre todo por permanecer los 90’ de juego concentrado al 100% en cada acción del juego, con y sin pelota, que creo, es lo que le hace realmente tener posibilidades verdaderas de triunfar.
Que estas líneas sirvan como pequeño homenaje a un chaval que he visto crecer y que rompe con el prototipo de que nadie de su pueblo, Sitges, puede triunfar en esto del fútbol.
¡Las estadísticas están para romperlas y él lo va a hacer, si es que no lo ha hecho ya!

